Mi sueño es la fina mezcla, entre la risa y el llanto, poder mantener la calma, para gritar cada tanto.
Aunque a veces no lo logre, voy a seguir intentando encontrar el equilibrio o por lo menos no voy a dejar de buscar. 

Me vi rompiéndome el alma por situaciones que yo mismo elijo. 
Sentir el hielo de la muerte, y el calor del pleno invierno, perdí el miedo a la distancia de lo malo y de lo bueno.
Es privilegio del ser humano, saber que nada pero nada fue en vano.

Hay que saber aceptar que existen los días magros, porque son el contrapeso de los que traen milagros. 

Ahora yo disfruto el verme parado, es solo porque supe soportar estar arrodillado.

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